1.9.06

matambrito al piano negro






estoy escribiendo sobre un piano negro
es tan terrible como la frase que toca una mano desconocida
los pájaros trituran las últimas nubes del día con su espeso canto
del primer día de septiembre
no saben que estoy aquí marcando el pobre piano con un destornillador
buscando un verso inhallable
lo veo a él gorgeando como loco, llamando a muchos más de los que vienen
(no viene ninguno y él se va)
y sin embargo: ¡cómo cantó! ¿lo suficiente como para que saque a rachmaninoff?,
¿lo suficiente como para que me guste?,
¿o sólo le di tiempo para que cambie y ahora lo siento distinto?

queremos tener una noción clara de la realidad
saber qué está pasando, diríamos
queremos saber que tenemos en toda situación
poder de contenernos o desbordarnos según nuestra audacia o nuestra cobardía,
pero el miedo manda

es un espejo negro en que nos vemos frente a un piano
incapaces de tocar, sumidos en un terror musical que se apodera de lo erguidos que podríamos estar
soñamos con una salvación, la infidelidad o alguna borrachera cuyo contenido vamos a olvidar
pero no abrimos la puerta, la tapa del piano, y adentro queda la ilusión de escuchar
una melodía finísima como un hilo con que envolvemos el matambrito de lo que querríamos acariciar

















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3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡Qué hermoso! Esto es mi favorito de todo lo que escribiste y hay acá.

Gracias. Seguí tocando.

2:55 p. m.  
Blogger Gabriela Bejerman said...

sí? gracias...

12:04 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

;-)

vamos lucettear em português?

beijitos

1:19 p. m.  

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